La primera evangelización
Cuando Pablo llegó a Corinto, en la primavera del año 50 d. C., se encontró con Prisca y Áquila, un matrimonio que tenía su mismo oficio. Pablo había salido de Antioquía, acompañado por Silvano y Timoteo, que le habían ayudado en la evangelización de Macedonia (Filipos, Tesalónica). Prisca y Áquila, por su parte, habían sido expulsados de Roma a causa de ciertas disputas motivadas por su fe en Jesús. Desde aquel momento, sin embargo, la pareja romana se unió al grupo de Pablo y le apoyó en su misión. Las cartas escritas por el apóstol y sus colaboradores, así como el libro de los Hechos, contienen muchas noticias sobre este grupo misionero y muy pocas sobre otros, dando así la impresión de que fueron los principales y casi únicos protagonistas de la primera evangelización. Sin embargo, sabemos que hubo otros grupos y una multitud de testigos anónimos que también llevaron a cabo una intensa actividad misionera durante la generación apostólica. Aquella primera misión fue un acontecimiento histórico singular que forma parte de la memoria colectiva sobre la que las iglesias cristianas han fundado y siguen fundando su identidad y su misión. Este libro pretende ofrecer una reconstrucción histórica de aquella primera misión para renovar así la memoria en la que s inspira la tarea evangelizadora de la iglesia en todos los tiempos.
Publicado en: Salamanca (Ediciones Sígueme)
Año de publicación: 2013